"Pero es que a mi no me gusta estar entre locos." Observó Alicia.
"Eso sí que no lo puedes evitar- repuso el Gato de Cheshire- todos estamos locos por aquí. Yo estoy loco; tu también lo estás."

viernes, 12 de febrero de 2010

Viajar: Cómo preparar un buen viaje. Parte II

El punto en el que nos encontramos de la preparación de un vieja era en la elección de un hotel.
¿¿Qué debemos mirar a la hora de elegir?? No es sólo una cuestión de precio, hay que hacerse estas preguntas:

1. ¿Está lo suficiente cerca del centro monumental como para que teniendo que pagar el transporte urbano me siga saliendo rentable?
A veces lo que parece más obvio "coger el más barato" se convierte en una mala idea si todos los días tienes que coger tanto transporte público que al final, al hacer la suma sea más caro que pagar una habitación de un hotel mejor emplazado.

2. La pregunta que todos nos hacemos... ¿Elijo por precio? Puedes, pero asegurate de mirar bien la calidad, eso es de ayuda en las webs que los usuarios dejan comentarios, por ahorrarte unos euros no merece la pena estan en un cuchitril.

3. ¿Transporte cercano??? De qué nos sirve un hotel barato y más o menos cercano si las bocas de metro y las paradas del autobus son muy lejanas o lo que es peor, no sabemos dónde se encuentran.

En realidad se trata de equilibrar calidad-precio, en donde en la calidad no sólo esta el propio hotel sino lo accesible que te deje a lo que deseas ver de la ciudad. Para comprobar eso es tan fácil como la dirección de la calle del hotel y el propio google maps, por ejemplo.


Pasando de tema al del transporte en las ciudades visitadas, las ciudades que, como Londres o Paris tiene metro resultan muy rentables, asegurate de enterarte si tiene abonos, si es que vas a pasar por ejemplo una semana en esa ciudad, puede que te salga más rentable que los billetes unicos cada vez que lo cojas.
Ah! Y obviamente, cuando se viaja siempre es bueno andar mucho por el centro de las ciudades de localización a localización, pues usualmente las ciudades muestran un encanto único a pie mientras nos va descubriendo pequeños detalles arquitéctonicos.

Y otro de los detalles del viaje es la comida. Depende del presupuesto cada uno puede elegir si comer del económico supermercado (hacerse bocadillos o recurrir a la salvación en bote de fideos chinos que al hecharle agua caliente se hacen al instante) o ir a restaurantes o Burgers y demás...
Aunque por muy económico que se viaje siempre recomiendo dejar aunque sea una comida para probar la gastronomía local, que es parte de la cultura.
En países como Italia, el comer en la calle no supondrá un gasto especialmente alto, por lo que permite mayores salidas, pero en países como Holanda............ es un puro horror.

Así que, una vez decidido las fechas, los días y el lugar, os recomiendo que lo meditéis porque a veces quedarse en casa sale hasta más caro, después de todo, una noche de cine y cena fuera, al dia siguiente botellona, que si me voy a no se donde y me compro esto y lo otro... a veces casi puede igualar un fin de semana en Roma... ¡ya la diferencia es abismal!!

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