Crítica manga: Lone Wolf and cub

Crítica manga: Lone Wolf and cub o en español: Lobo Solitario y su Cachorro.

Lo primero que debo decir es muy simple, quien no haya leído esta serie no ha leído uno de los grandes clásicos del manga y se está perdiendo una de las mejores historias jamás narradas en el género del cómic, ya sea asiático, europeo o americano.

Lobo solitario y su cachorro (子連れ狼, Kozure Ōkami) fue creado por el escritor Kazuo Koike y el artista Goseki Kojima.

En pinceladas generales podemos resumir esta increible trama en la búsqueda del camino de la venganza del protagonista Ogami Itto, antiguo albacea del shogun (kaishakunin= asistente en el seppuku de los nobles que han sido condenados por el shogun) contra el clan de los Yagyu, los cuales le arrebataron todo lo que poseía, desde su honor, su título, sus tierras, su familia... Todo, a escepción de su venganza y de su único hijo, el pequeño Daigoro, el cual, aunque sólo posee tres años se ve inmerso en el camino al infierno por propia voluntad. Es la historia del peregrinaje por los infiernos de un padre y un hijo con el único motivo de poder equilibrar la balanza que injustamente ha sido deteriorada en su contra para poder vivir y morir como un verdadero samurai.

¿Qué es lo que en una cruda historia de venganza nos cautiva hasta el punto de no poder dejar de leer?

Se trata sin duda de la maravillosa forma en la que el guión va tomando forma a través de viñetas expresivas y que no necesitan de comentarios innecesarios, hábito recurrido por narrativa mucho inferiores. Aunque el dibujo es antiguo y no resulte vistoso para el gran público, la fuerza de cada uno de los trazos no sólo te transporta al ambiente sino que no deja el menor resquicio a la duda de los sentimientos que te transmiten. Es pues un valor añadido que incluso con una estética a la que muchos llamarían deficiente sea capaz de revelar una paleta tan amplia que llega a sobrecoger y a hacer olvidar hasta a los más visuales de ese pequeño detalle.

Aunque la historia del camino de la venganza de un padre y un hijo pueda parecer altamente recurrida y monótona pasado cierto tiempo, los autores de esta obra nos muestran con multitud de pequeñas historias las diferentes versiones y visiones de una senda tan tortuosa. Siendo la caracterización de los personajes secundarios increiblemente precisas, pues en los arcos argumentales de escasas páginas, no sólo se desarrolla la trama principal sino que son capaces de transmitir la esencia de esos personajes menos importantes haciendo que la comprensión de la historia narrada en particular se vivifique y cobre un significado único.

Debo destacar como una de mis preferidas, la parte de todo el entramado en la que se muestra la particular relación entre Itto y Daigoro, entre padre e hijo en el camino al infierno. Una relación cruel, despiadada pero llena de amor paterno filial, pues no hay base más sólida que dos personas comprendan su lugar en este mundo y hacia dónde se dirigen sus acciones. Hay una cantidad de capítulos asombrosos en donde el vello se pone de punta al leer las escenas entre ambos y en donde llega un momento en que es difícil determinar cuál de estos dos personajes es más increible que el otro.

Otra de las cosas que hace que este manga para adultos (seinen) sea tan asombroso es la delicadeza y cuidado con la que está tratado el contexto histórico de los hechos, la plasmación de las costumbres, tradiciones, paisajes, vestuarios de la época... Y la explicación por medio de las viñetas de todo ello, sin necesidad a recurrir a notas a pies de páginas para que entendamos ese pedazo del pasado nipón que nos muestra.

Una buena historia y unos buenos autores no necesitan de grandezas excéntricas para mostrar un trabajo asombroso, por lo que recomiendo a todo aquel que le gusta simplemente leer una buena historia, dejando a parte que sea en formato de un cómic como también dejando a parte que seamos más o menos aficionados a la cultura nipona, que lea este maravilloso manga al que a nadie dejará indiferente.